Sant Abdó i Sant Senén

EXCURSIÓN A:Sant abdó i sant senen

EL 19 DE Abril DEL 2016.

Sant Abdó i Sant Senen.

Los santos Abdón y Senén (o Abdón y Senén) (? - C. 254), en varios calendarios y martirologios antiguos Abdo, Abdus, y Senna, Senna, Zenner son reconocidos santos por la Iglesia Católica Romana, y su fiesta se celebra el 30 de julio.  En algunas localidades se celebra el 20 de marzo o el primer domingo de mayo.

 Estos santos fueron los primeros patrones de los agricultores y campesinos de las tierras de habla catalana sobre todo de los hortelanos, por eso los más históricos y tradicionales, siendo a partir de los siglo XVII sustituidos progresivamente por San Isidro a partir de la penetración cultural y política castellana. 

No se sabe nada sobre estos santos excepto sus nombres, que fueron mártires, y que fueron enterrados un 30 de julio en el cementerio de Pontianus cerca de la Vía portuenses. Debido a esta falta de conocimiento sobre ellos y la falta de pruebas de su existencia real, ya no están incluidos en el calendario católico romano de santos que se conmemora litúrgicamente en todo el mundo [5] aunque se permite el culto a los lugares donde es tradicional.

Sus crónicas, escritas mayoritariamente antes del siglo IX, y el beato Santiago de Vorágine en su Leyenda Áurea, [6] los describen como ciudadanos persas y caballeros principales, que, siendo cristianos, se ocupaban de dar sepultura a los cuerpos de los quien, con su muerte, habían alcanzado la vida eterna.

El emperador Decio ordenó cogerlos y guardar con otros persas que ya tenía cautivos, entrando con ellos en Roma con gran magnificencia. Luego haga que Claudio, pontífice del Capitolio, exhortara Abdón y en Senén porque adoraran ídolos; pero ellos, con gran resolución, le respondieron que sólo Jesucristo reconocían por Dios, y en Él habían ofrecido el sacrificio de sí mismos. Los azotado cruelmente con plomadas, y, desnudos en el anfiteatro, dejaron ir contra ellos tres feroces leones y cuatro osos que se lanzaron a los pies de los santos mártires, rodeando los mismos y protegiéndolos. El juez Valeriano, atribuyendo este milagro en arte mágica, condujo que allí mismo los destrozaran: fueron trasladados ante una imagen del Sol donde fueron degollados. 

Se dice que sus cuerpos fueron enterrados por un subdiácono, Quirino, y trasladados durante el reinado de Constantino hasta el cementerio de Pontianus, cerca de las puertas de Roma. Un fresco encontrado en el sarcófago que contiene sus restos les representa recibiendo coronas de manos de Cristo. Según Martigny, este fresco data del siglo VII.